miércoles, 2 de febrero de 2011

Abrí los ojos.
Esa tarde
la isla resplandecía
en todo su verdor.
Días de lluvia
despertaron los jardines.

El azul luminoso del mar
repite mi nombre
incansablemente.
Con su musicalidad de aguas
quiere seducirme para bañarme de sal.
A lo lejos
los susurros no se detienen
juegan con la arena
en ese ir y venir
de un oleaje suave.
En San Nicolás
todos abrieron las puertas
han decidido atrapar
el murmullo
que trae la brisa

Candela Jiménez
Febrero 2011

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